“Qué fácil resulta aunar a un rebaño perdido y desilusionado… solo hacen falta unos cánticos pegadizos, unos principios protectores y unos signos de identidad fáciles de seguir”.
En política, como en el teatro, si eres capaz de que vean un hilo de luz al final del túnel, el éxito está garantizado.
¿Quién le diría a Adrián Sesard que todo comenzó con una visita a su tía Valeria un trece de abril? Y es que el ideario diseñado por Sesard dotando a la Región de Loomria de una falsa identidad y un no menos falso pasado se convierte en llama que prende en el sentir popular.
Adrián Sesard ha aceptado el encargo de un grupo de adinerados con ansias de venganza para crear un partido político que perdure en el tiempo y que tenga una ideología que le haga peculiar. Así crea el PPL, una formación política nacionalista y radical que, sorpresivamente, arrasa en las elecciones de otoño. Una trama de mentiras llena de engranajes, donde el capital se aferra al poder por cualquier medio, porque la verdadera ideología de todos los partidos políticos es obtener el poder a cualquier precio y durante el mayor tiempo posible. Todo ello aderezado con más de cuarenta personajes en una narración compleja, ágil y que no dejará al lector impasible. Porque al otro lado de la fina línea de la cordura está el amor.
Una sátira feroz sobre la política, sus manejos y la humana condición.
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